Pues sí, señores. Así como suena. Ayer me senté ya en serio a trabajar en mi nueva novela (aunque ya venía tomando notas desde meses atrás). Y esta mañana he pasado por Correos para recoger un libro que, espero, me ayudará a meterme aún más en ambiente.

El caso es que, salta a la vista, mi próxima novela estará muy marcada por ese singular cineasta estadounidense y todo su universo cinematográfico. En busca de documentación, me topé con un documetal todavía inédito sobre el director -Passion & Poetry. The ballad of Sam Peckinpah-, y rebuscando aún por ahí, di con el mismísimo autor de la producción. Me explicó que, como resultado de todo su trabajo de investigación y recopilación de material, había publicado también un libro que, aunque en alemán, dedicaba buena parte de su paginación a mostrar fotografías, afiches y todo tipo de documentos y material relacionado con el director "maldito". Me venía genial. Tengo en casa como media docena de biografías de Peckinpah, pero todas muy parcas en imágenes, un aspecto fundamental de cara a mi proyecto.

¿Qué más os puedo contar de mi nueva empresa? Poco. El título provisional es La balada de Sam, y transcurrirá a caballo entre la ciudad de Los Ángeles y una aldea del norte de México; entre la actualidad y comienzos de los setenta. ¿Seré capaz de llevar a cabo lo que tengo en mente? Desde luego no se parece en nada a cualquier cosa que haya escrito antes. Digamos que es de eso que los sesudos denominan "literatura seria", con muchos conflictos interiores de los personajes y todo eso. Se hará lo que se pueda. Como dice Jim Malone (alias Sean Connery) en Los intocables de Eliot Ness: "el Señor odia a los cobardes".