13 personajes poco recomendables...

Bueno, pues ya que estamos en la semana de Halloween, vamos con una selección de esos malos malísimos a los que no convendría encontrarse en ninguna situación. Hay de todo un poco, desde encarnaciones clásicas de Lugosi y Karloff en los años 30 hasta el Especialista Mike encarnado por Kurt Russell, de reciente hornada.

Si tengo luego un rato intentaré aportar algún detalle más sobre todos estos angelitos. No obstante, lo mejor, como siempre, es acudir a las pelis. Y sí, ya sé que algunas, como la saga Viernes 13, son una porquería. ¿Pero es un clásico o no es un clásico Jason Voorhes con su machete y su careta de jugador de hockey?

Hjalmar Poelzig (Satanás, 1934). Un Karloff en plena forma, echando mano al satanismo más perverso. Eso sí, con un gusto arquitectónico impecable. Bien secundado por Lugosi...

Dr. Richard Volin (El cuervo, 1935). Uno de los mejores papeles de Lugosi. Un fanático de Poe que recrea sus aparatos de tortura... Y los prueba, claro. Bien secundado por Karloff...

Reverendo Harry Powel (La noche del cazador, 1955). Inconmensurable Robert Mitchum y sus puños tatuados: amor y odio. Charles Laughton sólo dirigió esta película pero, ¿para qué más?

Norman Bates (Psicosis, 1960). Que levante la mano quien conozca una mirada más estremecedora que la del hijo de la señora Bates (que sería una santa, pero su retoño...). Y esa ducha... Ay madre, quién no mira de soslayo hacia la puerta del baño por si se abre de pronto.

Nicolas Medina (El péndulo de la muerte, 1961). La mejor del ciclo Corman-Poe, con Vincent Price tan genial como siempre haciendo de Vincent Price, con ese combinado infalible de humor, locura y horror...

Leatherface (La matanza de Texas, 1974). Uno de los asesinos en serie -por llamarlo de alguna manera, menos apto para los estómagos delicados. Él y su sierra mecánica son uno de los iconos del cine de los setenta, le pese a quien le pese.

Michael Myers (La noche de Halloween, 1978). Llegó después de la familia Manson, pero no cabe duda de que fue el joven Myers, de manos de su creador, John Carpenter, quienes iniciaron la moda de los salvajes asesinos en serie a los que no había Dios que quitase de la circulación.

Mrs. Voorhees (Viernes 13, 1980) . Sí, la señora Voorhees, porque en el primer Viernes 13 es ella y no su hijo quien pasa a cuchillo al personal. Una actualización de la señora Bates.

Jason Voorhes (Viernes 13 II-IX). El gran adorado por los adolescentes de los ochenta. Freddy era más divertido, pero las víctimas de Jason era mucho más dadas a pasearse sin sujetador un rato antes de que el sonado con la careta de hockey las partiera en dos.

Freddy Kruger (Pesadilla en Elm Street, 1984). Lo de Freddy es puro estilo y no hay más que habalr. Ningún otro serial-killer ha perfeccionado tantas, tan variadas y tan divertidas formas de atormentar a los adolescentes yanquis. Tal vez por eso, en los cines, el público lo jaleaba a él en lugar de a los pobres inocentes.

Pinhead (Hellraiser, 1987). No es fácil plasmar en la pantalla el complejo y retorcido universo literario de Clive Barker. Él mismo dirigió esta adaptación regular de su novela, pero el personaje de "Cabezapincho" salió más que airoso.

Sutter Cane (En la boca del miedo, 1994). Una más de John Carpenter, en esta ocasión una magnífica pesadilla protagonizada por un sucedáneo de Stephen King con esencia de Lovecraft, que logra traer a la realidad el horrible mundo concebido en sus creaciones literarias.

Especialista Mike (Death Proof, 2007). En su última producción hasta el momento, ese homenaje al terror de serie B de los 70 mano a mano con Robert Rodríguez, Tarantino ha rescatado a uno de los actores fetiche de Carpenter, Kurt Russell, y le regala un papel a la altura de aquel legendario Plissken "El Serpiente": un especialista cinematográfico que seduce a chicas jóvenes y las hace pasar canutas en su bólido de carreras.