El domingo por la noche, por fin, terminé la corrección de la novela. ¡Qué sensación tan extraña! Me sentía mucho más ligero, como desprendido de un peso o una responsabilidad, pero al mismo tiempo, con un gran vacío y una mayor inquietud. Hace nueve meses que empecé a trabajar en este proyecto; algo más si contamos el trabajo de documentación previo. Y ahora, todo está listo. Tras un par de revisiones he pasado copia a algunos amigos con buen criterio, y espero ansioso sus comentarios. Tras ellos, probablemente tenga que hacer algunos retoques, correcciones, adaptaciones... Pero no será más que difuminar un poco el maquillaje y resaltar la línea de los ojos. Por lo demás, mi criatura está ya preciosa, vestida de largo y dispuesta a salir a bailar.
Ahora, claro, hay que encontrarle el novio...
Ahora, claro, hay que encontrarle el novio...